Historia Olvidada

Existen millones de universos y en cada rincón se alzan con gran majestuosidad diferentes mundos interconectados entre ellos; en muchos la magia y la espiritualidad aparecen como circunstancias naturales, pero en otros mundos aparecen faltos de ella, pero no por esa razón, vacíos de grandes hazañas y mágicas historias. Muchas de estas historias (o incluso leyendas) son consideradas por una gran multitud como milagros producidos por un ente espiritual protector que vela por la seguridad de todos los seres vivos. Sin embargo, muy pocos se percatan de cómo esos extraños acontecimientos se producen por una fuerza que saben que no pueden comprender ni, por desgracia, entender.
Esta es una historia de cómo un pequeño fragmento de cierto mundo mágico entró en contacto con nuestro planeta. Una leyenda perdida que para muchos se convirtió en un milagro y para muy pocos en un regalo de otro mundo que por accidente apareció en el nuestro.

He aquí el relato de lo sucedido:

"Parecían no percatarse de su presencia. Los humanos andaban con prisas, unos llegaban tarde al trabajo, otros perdían diferentes metros para llegar a múltiples sitios. Y así, apresudaramente, todos los individuos avanzaban para llegar cuanto antes a su destino. Nadie parecía advertir nada en absoluto, ni siquiera de su mera presencia. Si los humanos solían quedarse embobados ante el bombardeo de publicidad, aquel día la publicidad no surtía efecto, ya que ningún humano prestaba la suficiente atención. Ella sabía que su única posibilidad de ser vista era que alguien parase y observase cualquier cosa ya fuese la propia publicidad de la calle, un escaparate de videojuegos o incluso el hecho de haber encontrado una moneda en el suelo. También sabía que para que la vieran, aquel individuo que supuestamente se había parado debía necesitarla necesariamente. Aquel momento no llegó nunca.
Se sentía sola, sabía que tenía que hacer un cometido, pero no podría hacerlo estando donde estaba. No podía gritar, ni decir nada, tampoco moverse. ¿Qué solución le quedaba? Esperar. Esperar como había estado haciendo muchísimo tiempo. Esperar a ser encontrada. Esa era su esperanza. Algún día la encontrarían y podría completar su objetivo. Pero, ¿cuál era ese objetivo? Es un misterio, incluso para aquellos que escucharon con posterioridad esta historia o leyenda.
Y entonces, alguien de entre la multitud tropezó, cayó al suelo y la vio.

El pequeño Nate se encontraba triste, no entendía qué pasaba exactamente, pero al ver el rostro de su madre llorando mientras le abrazaba y el de su padre conmocionado, hacía que estuviese triste. Para el colmo, su hermana Kate (él la llamaba Kat) no estaba en casa a su lado. Su hermana siempre había estado a su lado en los momentos dificiles y alegres y siempre le explicaba cualquier cosa que no entendía. Pero en aquel momento, su hermana no se encontraba allí y de algún modo intuía que algo malo le había pasado.

Y allí estaba él, observándola. Notó como aquel humano se estaba fijando en ella. No había duda, por fin la habían advertido! Si hubiera podido sonreir, lo hubiese hecho; si hubiera podido saltar de alegría lanzando gritos, lo hubiera hecho, pero nada de aquello sucedió. Dentro de ella se adueñó una gran sensación, cálida y reconfortante, combinada con la sorpresa de ver quién se había fijado en ella tanto por accidente como por necesidad.

Ahora lo entendía o creía entenderlo. El hecho de ver a su hermana en una cama rodeada de tubos le asustó mucho. No le gustaba aquello y lo peor de todo era que su hermana no se movía, ni siquiera cuando trató de cogerle la mano y susurrarle al oído. Lo intentó una y otra y otra vez. Pero el resultado fue en cada una de ellas el mismo. La desespereación se adueñó de él por primera vez, por fin comprendía el estado en que se encontraban sus padres. Y fueron aquellas palabras las que le rompieron el corazón: "No va a sobrevivir..."

¡Era un niño! Había sido toda una sorpresa que el humano que por fin la había encontrado era un niño que de algún modo la necesitaba. Ella, una vez estaba en el bolsillo del muchacho, trató de visualizar cuál era la necesidad de aquel niño. Sin embargo, no encontró nada. Entonces, se preguntaba, ¿cuál iba a ser su verdadero cometido y cómo podría ayudarle? Muy pronto lo descubriría.

Nate no quiso escuchar más de las palabras de aquel señor alto con traje blanco. Ya tenía suficiente el ver cómo sus padres lloraban y cómo su hermana estaba durmiendo en aquella cama sin reaccionar. Supo que lo que el médico dijo era algo malo, muy malo. Y él no podía hacer nada. Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. Unas lágrimas de impotencia, de rabia, de dolor; Nate entendió que nunca más volvería a ver a Kate. Y las lágrimas continuaron cayendo...
De pronto, sin saber por qué, las lágrimas cesaron y en su mente empezaron a formularse unas palabras y enseguida se acordó.

La vida se estaba apagando con demasiada rapidez. Dentro de muy poco, el cuerpo de aquella humana dejaría de moverse y su espíritu desaparecería. Podía notar cómo trataba la joven de aferrarse a la vida sin éxito. Necesitaba un tipo de ayuda desconocido, una pequeña ayuda que se escondía muy cerca de ella. Si conseguía entrar en contacto con ella antes de que fuera tarde, quizá podría darle una nueva oportunidad para vivir. Pero mientras estuviese en aquel bolsillo, no podría hacer nada. Aquel debía ser el momento. Empezó a sussurarle unas palabras, unas palabras tranquilizadoras, unas palabras de dulzura: "No pierdas la espereanza".

Pip...Pip...Pip... Aquel era el único sonido que Nate podía escuhar. Pip. Ya no oía los llantos de su madre. Pip. Ni siquiera la rabia de su padre contra el médico. Pip. Nate dirigía su mano hacia el bolsillo, pip, hacia el lugar donde había escondido aquella cosa. Pip. Con la palma de la mano la aferró con todas sus fuerzas. Pip. Notaba su tacto, pip, notaba su vida, pip, notaba su poder. Piiiiiiiiii... Nate dejó de oir aquello. Levantó la cabeza, la sacó del bolsillo y vio como sus padres estaban en un fuerte estado de shock, con la boca abierta encima de la cama donde se encontraba Kate. Con decisión, llevó su mano derecha, en la que mantenía agarrado aquella cosa, hacia la mano que sobresalía de la cama de su hermana. Cuando ambas manos estuvieron en contacto, del pecho de Nate salió un rugido que pronunciaba el nombre de su hermana. Un rugido que no fue escuchado por nadie, excepto por ella. 
Y de pronto, una luz blanca salió del lugar donde estaba aferradas las manos de los dos hermanos. Una luz que solo pudo ver el pequeño Nate, una luz que vio cómo se posaba en la frente de su hermana y cómo al cabo de unos segundos, los cuales a Nate le parecieron eternos, aquella luz desapareció, dejando una marca extraña en las manos de los dos hermanos. Pip.

Y entonces...pip... Despertó.

Comentarios

  1. Despertó. La pregunta es... ¿despertó la hermana o despertó el hermano? Lo segundo es una perspectiva interesante.

    ResponderEliminar
  2. Es una buena pregunta. Pero no voy a ser yo quien te la diga ;)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La segunda fila (1ªParte)

MARS

La Llegada (I)