Entradas

Mostrando entradas de 2014

Tales of Xillia

Imagen
Ya ha llovido mucho desde que escribí las impresiones del Final Fantasy XIII y mi alma gamer ha seguido entusiasmándose desde entonces con muchos juegos. En el día de hoy os traigo mi opinión sobre Tales Of Xillia, juego de rol que fue lanzado en el año 2011 y que llegó 2 años más tarde a Europa.

Jack Nelzar

- Ha llegado la hora... Hijo mío. Éstas palabras resonaban con fuerza en mi mente mientras aquellos hombres me conducían al aeropuerto espacial. Mi destino era llegar al famoso centro educación y militarización para bióticos; iba a ser el primer Nelzar en formarme como biótico. ¿La razón? Venganza. Pero no adelantemos acontecimientos. Mi nombre es Jack Nelzar y esta es mi historia. Nací bajo el seno de una de las familias más importantes de Eden Prime (decir que mi madre es originaria de Eden Prime y mi padre de La Tierra), y también de la Alianza. El apellido de mi padre era bastante famoso y gozaba de buena fama, pues era una de las piezas clave dentro de la política de la Alianza. Su mirada siempre estaba puesta en obtener un lugar dentro de La Ciudadela; gracias a ello ni a mis hermanos ni a mi nunca nos ha faltado de nada. Mi padre siempre ha querido que estudiasemos lo mismo que él, para seguir extendiendo el poder de nuestro apellido. Padre consiguió hacerlo con mis 5 hermanos

¿Quién soy?

¿Quién soy? Es una pregunta que me he estado haciendo desde el día en que desperté. Sólo. En un yermo desértico, sin nada ni nadie. No había rastro de civilización, tampoco de vida. Desperté con las manos manchadas de sangre, manchas que se habían desperdigado por todo mi cuerpo. Pero no eran mías. No sentía dolor. ¿Qué había pasado? No podía recordar nada, ni siquiera un nombre. El día en que desperté llevaba una armadura de metal, agrietada, abollada, agujereada... destrozada. En el centro había como una especie de símbolo, como de una espada y unas extensiones. O algo parecido. ¿Qué podía significar aquellos símbolos? ¿Y por qué había llevado esa armadura? Muchas preguntas me asaltaban y apenas ninguna respuesta. Empecé a vagar sin rumbo por aquellos parajes vacíos y solitarios. Los árboles que me encontraba estaban marchitos y medio muertos. Cada paso mío se levantaba una mota de polvo que se posaba sobre unas desgastadas botas. No recuerdo cuánto tiempo and