Tale of an adventurer II - La Cala Granadella (primera parte)
Si hace unos días os pedí que tuvierais paciencia, ahora mismo os puedo decir que la espera ha terminado. Tras organizarme un poco, después de volver a la ciudad, reabrimos este "aclamado" blog para contaros una de mis aventuras durante el transcurso de este verano.
Bienvenidos a La Cala Granadella situada en Jávea (provincia de Alicante).
Era un día normal, con el sol y la calor como principales protagonistas. Era de esos días en los que preferirías estar en tu cama todo el día, sintiendo como el aire fresco atravesaba la ventana.
Pero por razones que aún no acabo de comprender, noté como una presencia encima de mí me despertaba de mi sueño reconciliador y me estaba metiendo prisas para que me levantara, desayunará y me vistiera.
Antes de que me diera cuenta, me encontraba en el coche dirigiéndome hacia Jávea. Aún no entendía que estaba ocurriendo, hasta que me dijeron mis padres que para cambiar de rutina nos dirigíamos a Jávea para conocer unas calas preciosas. No sé que me molestó mas, si el hecho de soportar un viaje de hora y veinte sin mí reproductor de música o que me despertasen super temprano después de acostarme muy tarde... Aún sigo preguntándomelo...
Después de una hora y veinte, llegamos por fín a Jávea. Nuestro siguiente objetivo era llegar a la cala Portitxol (Nota de Autor: Antes de llegar a la Cala Granadella, pasamos por aquí. Relataré muy brevemente lo que ocurrió y no mostraré fotos). Al llegar a ella, me maravilló el paisaje y nos metimos enseguida al agua. La mala fortuna hizo que mí padre fuese picado por una medusa, sin embargo y por causas misteriosas, esa medusa que le picó no lo hizo conmigo (y eso que estaba al lado de mí padre).
Después de esto decidimos irnos, debido a la multitud de la gente y por culpa de la dichosa medusa.
Aunque creo que de no haber sido por ella no hubiésemos ido a la cala Granadella (destino quizá?).
Cuando llegamos al coche, nuestra desilusión por ver aquella cala "destrozada" por la multitud de chalets que había estaba patente y el único pensamiento era regresar a casa. No obstante, a mí madre se le ocurrió la genial idea de "ya que estábamos allí" pasarnos por la cala Granadella. Y así hicimos.
Me quedé maravillado al verla.
Era un sitio precioso. El agua estaba cristalina. Era todo un espectáculo.
Lo primero que hicimos fue ir a un bar, ya que el hambre estaba acechando. Nos hicieron una estupenda paella que nos la comimos la mar de a gusto.
Después de comer, pegamos una vuelta por los alrededores. Estaba maravillado por el espléndido paisaje, la brisa que azotaba mi cara. Incluso me arrepentí de haber comido, ya que para evitar un corte de digestión no pude bañarme. Pero el paseo era precioso.
Había piedra de todos los tipos:
A pesar de no poder nada y de tener la comida en el estómago, me movía por el entorno como un Na'vi saltando de piedra en piedra sin temor a la caída, confiando en mi propio cuerpo. Hasta llegar a una especie de mini-cueva.
En la entrada de esa cuevecita encontré esto:
Luego hicimos el recorrido opuesto a la cala, donde escalamos unas pocas rocas y vimos el paisaje desde otro punto de vista diferente. El mar estaba en calma. EL viento azotaba con fuerza. Y yo me moría las ganas de bañarme... (lo siento no hay fotos de esta parte)
A pesar de mis ganas, como se estaba haciendo tarde, tuvimos que regresar. Aunque me prometieron que volveríamos la semana siguiente. Me dije a mí mismo, que para esa vez estaríamos preparados.
En efecto, al cabo de una semana volvimos, pero el destino o el azar quiso divertirse a mi costa.
Habían tres cosas que no me esperaba que apareciesen:
MEDUSAS, ALGAS Y SUCIEDAD (DDDDDD:)
(continuará...)
Bienvenidos a La Cala Granadella situada en Jávea (provincia de Alicante).
Era un día normal, con el sol y la calor como principales protagonistas. Era de esos días en los que preferirías estar en tu cama todo el día, sintiendo como el aire fresco atravesaba la ventana.
Pero por razones que aún no acabo de comprender, noté como una presencia encima de mí me despertaba de mi sueño reconciliador y me estaba metiendo prisas para que me levantara, desayunará y me vistiera.
Antes de que me diera cuenta, me encontraba en el coche dirigiéndome hacia Jávea. Aún no entendía que estaba ocurriendo, hasta que me dijeron mis padres que para cambiar de rutina nos dirigíamos a Jávea para conocer unas calas preciosas. No sé que me molestó mas, si el hecho de soportar un viaje de hora y veinte sin mí reproductor de música o que me despertasen super temprano después de acostarme muy tarde... Aún sigo preguntándomelo...
Después de una hora y veinte, llegamos por fín a Jávea. Nuestro siguiente objetivo era llegar a la cala Portitxol (Nota de Autor: Antes de llegar a la Cala Granadella, pasamos por aquí. Relataré muy brevemente lo que ocurrió y no mostraré fotos). Al llegar a ella, me maravilló el paisaje y nos metimos enseguida al agua. La mala fortuna hizo que mí padre fuese picado por una medusa, sin embargo y por causas misteriosas, esa medusa que le picó no lo hizo conmigo (y eso que estaba al lado de mí padre).
Después de esto decidimos irnos, debido a la multitud de la gente y por culpa de la dichosa medusa.
Aunque creo que de no haber sido por ella no hubiésemos ido a la cala Granadella (destino quizá?).
Cuando llegamos al coche, nuestra desilusión por ver aquella cala "destrozada" por la multitud de chalets que había estaba patente y el único pensamiento era regresar a casa. No obstante, a mí madre se le ocurrió la genial idea de "ya que estábamos allí" pasarnos por la cala Granadella. Y así hicimos.
Me quedé maravillado al verla.
Era un sitio precioso. El agua estaba cristalina. Era todo un espectáculo.
Lo primero que hicimos fue ir a un bar, ya que el hambre estaba acechando. Nos hicieron una estupenda paella que nos la comimos la mar de a gusto.
Después de comer, pegamos una vuelta por los alrededores. Estaba maravillado por el espléndido paisaje, la brisa que azotaba mi cara. Incluso me arrepentí de haber comido, ya que para evitar un corte de digestión no pude bañarme. Pero el paseo era precioso.
Había piedra de todos los tipos:
A pesar de no poder nada y de tener la comida en el estómago, me movía por el entorno como un Na'vi saltando de piedra en piedra sin temor a la caída, confiando en mi propio cuerpo. Hasta llegar a una especie de mini-cueva.
En la entrada de esa cuevecita encontré esto:
Luego hicimos el recorrido opuesto a la cala, donde escalamos unas pocas rocas y vimos el paisaje desde otro punto de vista diferente. El mar estaba en calma. EL viento azotaba con fuerza. Y yo me moría las ganas de bañarme... (lo siento no hay fotos de esta parte)
A pesar de mis ganas, como se estaba haciendo tarde, tuvimos que regresar. Aunque me prometieron que volveríamos la semana siguiente. Me dije a mí mismo, que para esa vez estaríamos preparados.
En efecto, al cabo de una semana volvimos, pero el destino o el azar quiso divertirse a mi costa.
Habían tres cosas que no me esperaba que apareciesen:
MEDUSAS, ALGAS Y SUCIEDAD (DDDDDD:)
(continuará...)
Muy chulo Guillem, a ver si algún día podemos ir. He utilizado algunas fotos en las que aparecéis , espero que no os importe. En el caso contrario, dímelo y las quito. Continúa así...
ResponderEliminarMuchas gracias César ^^
ResponderEliminarNo hay ningún problema con lo de las fotos. Si puedo mañana, seguiré con la segunda parte y pondré más fotos.
Hasta otra ;)
Vamoss!! a ver todas esas fotos y sobre todo aquellas que nosotros sabemos y que disfrutamos el día anterior de la salida a la Galera.
ResponderEliminarAsí me gusta!! Que la gente esté con ganas de ver más cosas xD
ResponderEliminarNo te preocupes por esas fotos del día de antes que también las pondré ^^
Eiii està molt be açó. M'agrades com escrius, ja ho saps. Continúa que ho fas molt be ;)
ResponderEliminarMoltes gràcies ^^
ResponderEliminarSaber que hi ha gent que em llig em dona ànims per seguir.
Espere que vosaltres continueu disfrutant en aquestes lectures i en les pròximes ;)
te ha quedado muy bien. me gustan mucho tus foto reportajes y los comentarios que escribes.
ResponderEliminarya tengo ganas de leer la segunda parte...
tenemos pendiente el regreso a la cala, esta vez con inmersión incluida, (si nos dejan las medusas, claro..), que hay que estrenar las aletas y las gafas...
ah!, la paella estaba bueniiiisima..
Gracias...
ResponderEliminarMañana por la noche y no digo más xD