Tale of an adventurer IV: Regreso a Les Fonts de L'algar (Pandora?)
"Acuestate que es tarde y mañana saldremos muy pronto" me dijeron. Pero yo no les hice caso, continué viendo la película que estaba viendo (Transformers 2: La venganza de los caídos"). A decir verdad era bastante tarde ya que eran mas de las dos de la mañana. Y todavía quedaba una hora de película... De todas maneras, no les hice caso y seguí viendo la película hasta que terminase. Tras finalizar la canción "New Divide" de Linkin Park que aparecía en los créditos, no tuve otro remedio que acostarme... Esperaba no pagar el cansancio al día siguiente, ya que iba a necesitar todas mis fuerzas...
Por la mañana y medio zombie, nos preparamos para ir a... "Les Fonts de L'Algar" (Insertar sonidos de victoria y de gloria). Hacia casí un año que no íbamos y tenía muchas ganas de estar allí (como no tener ganas? Aquello era como una especie de mini-pandora para mí). El día se estaba presentando como uno de los más calurosos, pero aquello de poco importaba. Una vez entrabas en el agua fría, la calor iba a ser lo de menos.
Después de aproximadamente una hora y media llegamos a nuestro destino. Hacía cada vez más calor y era un poco asfixiante, aunque eso era lo que menos me importaba. Tras equiparme con mis zapatos de neopreno (si aquellas que también me acompañaron a "La Cala Granadella" (ver entradas anteriores (en serio hacedlo))) y quitarme toda la ropa que no me servía (menos el bañador, no penséis que hice un "Strip-tease") nos pusimos en marcha hacia la entrada de "Les fonts".
Una vez pagamos la entrada (había subido el precio), la primera parada fue la mítica cascada de la entrada. De los presentes en aquella excursión, fui el primero en entrar en el agua. Primera sorpresa: El agua estaba más helada que la otra vez. Tuve que moverme para dejar atrás esa sensación de congelación. Una vez mí cuerpo se habituó a la temperatura del agua, todo fue como la seda. Tras hacernos unas fotos en la cascada, seguimos nuestro camino.
Subimos aquellas escaleras del principio y nos dirigimos al trampolín. Esta vez no lo dude y salté el primero, incluso me siguió otra persona más.
Continuamos el camino, haciendo paradas en jacuzzies naturales o para contemplar el bonito paisaje que se presentaba ante nuestros ojos.
Finalmente llegamos al punto dónde empezaba la verdadera aventura: El inicio de la remontada del río.
Segunda sorpresa: Había MUCHA corriente (de dónde había salido esa corriente???). Sí todo aquello era fruto de la mala suerte, estaba decidido a no rendirme y a iniciar el camino hacia el nacimiento del río.
Ni la corriente...
ni las rocas...
ni la corriente (otra vez)...
ni la gente, iba a detenerme para que llegara al nacimiento del río.
Además no quería perderme el paisaje por nada en el mundo.
Tras varias horas avanzando poco a poco, lo logramos. Habíamos logrado nuestro objetivo.
Una vez terminada la sesión de fotos en aquel precioso lugar, era la hora de volver por donde habíamos venido.
Como estaba bastante cansado, tuve la genial idea de que en cierto tramos, la corriente me llevase. Tercera sorpresa: Las rocas. Cómo pude cometer semejante error? En un tramo en el que bajaba el agua, las rocas me dejaron su tarjeta de felicitación en forma de raspadas (nada serias). Tratando de levantarme, recibí un duro golpe en el hueso de mi pierna izquierda que me dejó bastante tocado (la suerte quiso que no me rompiese el hueso, pues el golpe fue bastante fuerte). Gracias al agua helada, me sirvió de calmante para la pierna y las raspadas.
Aquí me véis, descansado un poco tras sufrir ciertos golpes (tampoco fue para tanto xD)
Finalmente, regresamos y fuimos a la zona de picnic para comer (el hambre me acechaba... MUCHO). Una vez comidos, nos tomamos un helado y nos dirigimos a casa, concluyendo así la fantástica aventura que había tenido ese día.
Pero por designios del destino, por capricho del azar o porque sí, la vida me tenía preparada otra sorpresa mas. Sorpresa cuatro: Al día siguiente hice una excursión a un lugar cerca de la montaña al que no había ido nunca "La cova de la Galera"
Por la mañana y medio zombie, nos preparamos para ir a... "Les Fonts de L'Algar" (Insertar sonidos de victoria y de gloria). Hacia casí un año que no íbamos y tenía muchas ganas de estar allí (como no tener ganas? Aquello era como una especie de mini-pandora para mí). El día se estaba presentando como uno de los más calurosos, pero aquello de poco importaba. Una vez entrabas en el agua fría, la calor iba a ser lo de menos.
Después de aproximadamente una hora y media llegamos a nuestro destino. Hacía cada vez más calor y era un poco asfixiante, aunque eso era lo que menos me importaba. Tras equiparme con mis zapatos de neopreno (si aquellas que también me acompañaron a "La Cala Granadella" (ver entradas anteriores (en serio hacedlo))) y quitarme toda la ropa que no me servía (menos el bañador, no penséis que hice un "Strip-tease") nos pusimos en marcha hacia la entrada de "Les fonts".
Una vez pagamos la entrada (había subido el precio), la primera parada fue la mítica cascada de la entrada. De los presentes en aquella excursión, fui el primero en entrar en el agua. Primera sorpresa: El agua estaba más helada que la otra vez. Tuve que moverme para dejar atrás esa sensación de congelación. Una vez mí cuerpo se habituó a la temperatura del agua, todo fue como la seda. Tras hacernos unas fotos en la cascada, seguimos nuestro camino.
Subimos aquellas escaleras del principio y nos dirigimos al trampolín. Esta vez no lo dude y salté el primero, incluso me siguió otra persona más.
Continuamos el camino, haciendo paradas en jacuzzies naturales o para contemplar el bonito paisaje que se presentaba ante nuestros ojos.
Finalmente llegamos al punto dónde empezaba la verdadera aventura: El inicio de la remontada del río.
Segunda sorpresa: Había MUCHA corriente (de dónde había salido esa corriente???). Sí todo aquello era fruto de la mala suerte, estaba decidido a no rendirme y a iniciar el camino hacia el nacimiento del río.
Ni la corriente...
ni las rocas...
ni la corriente (otra vez)...
ni la gente, iba a detenerme para que llegara al nacimiento del río.
Además no quería perderme el paisaje por nada en el mundo.
Tras varias horas avanzando poco a poco, lo logramos. Habíamos logrado nuestro objetivo.
Una vez terminada la sesión de fotos en aquel precioso lugar, era la hora de volver por donde habíamos venido.
Como estaba bastante cansado, tuve la genial idea de que en cierto tramos, la corriente me llevase. Tercera sorpresa: Las rocas. Cómo pude cometer semejante error? En un tramo en el que bajaba el agua, las rocas me dejaron su tarjeta de felicitación en forma de raspadas (nada serias). Tratando de levantarme, recibí un duro golpe en el hueso de mi pierna izquierda que me dejó bastante tocado (la suerte quiso que no me rompiese el hueso, pues el golpe fue bastante fuerte). Gracias al agua helada, me sirvió de calmante para la pierna y las raspadas.
Aquí me véis, descansado un poco tras sufrir ciertos golpes (tampoco fue para tanto xD)
Finalmente, regresamos y fuimos a la zona de picnic para comer (el hambre me acechaba... MUCHO). Una vez comidos, nos tomamos un helado y nos dirigimos a casa, concluyendo así la fantástica aventura que había tenido ese día.
Pero por designios del destino, por capricho del azar o porque sí, la vida me tenía preparada otra sorpresa mas. Sorpresa cuatro: Al día siguiente hice una excursión a un lugar cerca de la montaña al que no había ido nunca "La cova de la Galera"
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